viernes, 9 de mayo de 2014

Quedémonos con lo esencial.

Hola a todos, por fin llega el fin de semana que tanto deseamos.

Es increíble como a medida que uno va viviendo es inevitable ir acumulando cosas. Creo que es inherente el ser humano… Es como tener una mochila que siempre llevas contigo y que vas llenando sin parar. Y, a veces, sin ser consciente de que, como un puñado de piedras, nos empuja hacia el fondo del océano de forma inevitable. Creo que yo soy de ésas. Conservo una caja donde guardo tesoros, como todos aquellos elementos que me marcaron mucho como mi colección de cómics de la Wins, la corona de princesa con la que tanto jugué de pequeña, mi caja de música que tanto me relaja, una postal de mis mejores amigos, incluso un monedero pequeño con los billetes de metro que utilice, la primera vez que fui a París, una flor seca.


                                         






Es una caja llenas de momentos, más que de recuerdos. Son escenas, como de una película; en cuanto ves el objeto te tele transportas y viajas a ese instante. Son recuerdos concretos cargados de emociones y sentimientos que, como un puzzle, forman el mapa de tu vida y de quién eres. Pero, ¿qué pasaría si en algún momento hiciéramos limpieza? Me refiero a quedarnos con lo esencial; guardar esa cajita, sí, pero también deshacernos de las cosas que pesan más. Es como bajar al sótano y ser realista sobre lo que de verdad vas a utilizar. Si tiras todo aquello que llevas años guardando y nunca te acuerdas de el como ropa o esa banqueta que ha sobrevivido a dos mudanzas. ¿supondrá una perdida tan grande? Pues claro que no, ademas a parte de hacer limpieza de tu casa de aquellos trastos inútiles te sentirás mas relajada y mas cómoda en tu casa, a la misma vez deberíamos ser equilibrados en nuestras compras y ver si eso que vamos a comprar le vamos a sacar el provecho o no. Esta comprobado que consumir por consumir no trae felicidad.


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